Cuando comencé a transcribir todo esto, tenía 38 años, y ya no viven mis padres, su
ausencia que es muy grande, me ha llenado de recuerdos que parecían muertos o
que parece que han sido vividos por otra persona que no soy yo. Y de verdad
según reza la frase No soy la misma persona, pero en retrospectiva me doy
cuenta que sigo siendo el mismo niño que soñó con tener un Museo, un periódico,
un espectáculo circense, ser médico, científico e investigador, trotamundos en
la selva africana además de tener un albergue para todos los animales que no
tuvieran que comer ni donde dormir. Y terminé como un dibujante y pintor… como
un simple artista.
Por supuesto, soñé con ser amado y ser
feliz. Muchos de mis sueños se han cumplido otros están en proceso, por ahora
valoro y reivindico muchas cosas que la vida me ha dado y por sugerencia de un
amigo, escribí el primer cuento, pero
recordarlo abrió una caja de vivencias olvidadas que ya no me puedo guardar.